Una sonrisa es la primera base de unas relaciones cálidas, amorosas y receptivas.
Estas relaciones son la base para el desarrollo de su bebé. A través de estas relaciones, los bebés y los niños pequeños aprenden a pensar, comprender, comunicar y expresar emociones. De hecho, dar y recibir una sonrisa es el primer paso que da su hijo para aprender a ser sociable y tener buenas relaciones.
Sonreírle a su bebé es excelente para su relación temprana con él. Le ayuda a vincularse con su bebé y le ayuda a sentirse seguro y protegido.
Además, cuando su bebé sonríe mucho, le dice mucho sobre el mundo: que es un lugar seguro donde las personas son felices, amigables y receptivas a sus necesidades.
Quizás no puedas evitar sonreírle a tu hijo. ¡Y por supuesto, ver a tu bebé sonreírte también te hace sentir feliz!
Las sonrisas son experiencias positivas que son importantes desde el principio. Sonreír le enseña mucho a su hijo sobre sí mismo y su mundo, cuando es demasiado pequeño para entender las palabras.
Cuando usted y su bebé se ríen el uno del otro, sus cuerpos liberan sustancias químicas que los hacen sentir felices y seguros. Por otro lado, si el bebé se siente inseguro o estresado, aumentará la cantidad de hormonas del estrés en el cuerpo del bebé.
Diferentes sustancias químicas interactúan con el sistema nervioso del bebé de diferentes maneras e incluso influyen en el crecimiento y desarrollo del cerebro. Por ejemplo, los niveles altos de hormonas del estrés pueden obstaculizar el aprendizaje de un niño y afectar su desarrollo y salud general.+
Ninguna sonrisa se desperdicia. Vale la pena recordar que una simple sonrisa es la base de la relación con su hijo. Su cara es donde su bebé busca respuestas reconfortantes, consuelo y atención.
No todas las respuestas que dé son importantes, pero cuanto más a menudo se ría con su bebé, mejor. Entonces, cada vez que vea a su bebé mirándole la cara, una sonrisa es una excelente manera de decirle que lo nota, lo aprecia, lo ama y lo valora.