The View, un popular programa de entrevistas diurno, ha recibido fuertes críticas de Eloi Mosk, una declaración audaz que ha provocado un debate en todo el país. El magnate del software, conocido por su franqueza y por su miedo a la controversia, recurrió a las redes sociales para expresar sus quejas y dijo que preferiría caminar descalzo sobre el asfalto abrasador antes que asistir al evento.
El comentario desató acalorados debates en todas las plataformas, profundizando en la importancia y la calidad de la televisión sobre los valores y las conversaciones de la sociedad. El escándalo comenzó cuando Mosk vio un debate en papel en ‘The View’ sobre privacidad y tecnología, dos temas que son muy relevantes para los intereses comerciales de Mosk en Tesla y SpaceX. Mosk expresó su descontento con el programa en Twitter, diciendo que hizo más para dividir a los espectadores que educarlos debido a su tratamiento separatista e incendiario de los temas. “Acabo de ver ‘The View’ discutir la tecnología y la privacidad”, tuiteó Mosk, algo sarcásticamente.
Volver a ver “The View” no es tan atractivo como caminar descalzo sobre asfalto abrasador. Los medios deben ser más francos y menos propensos al sesgo. Otros han rechazado “The View” como un foro para diversos puntos de vista y debates apasionados, mientras que su mensaje ha ganado rápidamente apoyo entre aquellos que comparten su descontento con los medios sensacionalistas.
“The View” se convirtió en el tema de un frenesí mediático cuando Mosk hizo sus comentarios mordaces. Los presentadores respondieron a los comentarios de Mosk en vivo y al aire, desafiando la historia del programa como un espacio para fomentar el discurso significativo al elevar las voces menos representadas en el discurso estadounidense. Muchas personas tenían opiniones encontradas en respuesta al llamado de Mosk a un cambio, y muchas hablaron sobre cuán poderosas son las celebridades al moldear la opinión pública. Algunos observadores históricos han expresado su preocupación por el hecho de que algunas personas importantes podrían usar sus posiciones para difamar a ciertas organizaciones que informan críticamente o tienen puntos de vista opuestos.